La oferta y la demanda son elementos inseparables de una ley económica que rige los mercados. Uno depende del otro y están llamados a complementarse en cada acción mercantil. Hoy día los mercados se han diversificado y especializado de tal manera que basta con desear algo para tenerlo a la mano.
Lo anterior es algo que se cumple a pies juntillas en el mercado del sexo. No hay deseo, capricho o aberración por parte de un individuo, que no sea satisfecho en el mundo de la prostitución y la pornografía. Este es un ámbito en el que no existen límites. Incluso, tal y como ocurre en los mercados comunes, los comerciantes juegan con la creación de “novedades” para despertar y estimular la demanda (No es un secreto que el comercio sexual ha alcanzado estándares similares y, en ocasiones superiores, al de armas y drogas, históricamente los ocupantes de los primeros puestos).
Esta imparable carrera por ganar dinero a toda costa, es la responsable en gran medida de que las mujeres adultas hayan dejado de ser la oferta más lucrativa de los comerciantes del sexo. Los menores de ambos géneros, se han convertido en la gran oferta, pues además de satisfacer a la corrupta clientela, deja cuantiosas ganancias.
EL PEQUEÑO PAÍS DE LA COSTA OCCIDENTAL AFRICANA, FUE MI DESTINO ESTE VERANO, Y ME ENCONTRÉ CON UNA NACIÓN VIBRANTE Y LLENA DE CONTRASTES. Visitar África no era mi prioridad, otros destinos suelen serme más tentadores y estar más relacionados con mis intereses de conocimiento. Pero sin proponérmelo, el 2025 ha devenido el año de la familia. Primero visité a los míos en Cuba, en abril. Un viaje amargo por las infaustas condiciones que se viven allá. Ni la alegría de compartir con mi anciana madre y demás miembros del clan que permanecen en la Isla, logró espantar la depresión feroz que me atacó y me hizo sentir interminables las dos semanas entre ellos. La oscuridad cubana es más espiritual que física. Ese es el gran éxito de la dictadura: hundir al país en una noche profunda e indescriptiblemente agobiante. Y parte de ello es la consciente división de las familias: nos echaron fuera. Los cubanos andamos dispersos por todos lados. Y a Gambia, el primer país africano que visito, me l...
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