Turquía es imposible de atrapar en solo dos semanas. Sus riquezas naturales e históricas, sus tradiciones culturales y culinarias, la amabilidad y calidez de su pueblo, la diversidad de su paisaje y geografía, bien le valen eslóganes publicitarios como: “Tierra de sol y de historia” o “Tierra de civilizaciones”.
Puedo comprender a aquellos que han decidido irse a vivir allá, es una tentación seguir sus pasos. Me preguntan qué fue lo que más me impactó de ese país y si me gustaría volver. Mis respuestas son categóricas: ¡Todo, absolutamente todo, me impactó! y ¡Volveré!
Como escribiera el poeta turco Orhan Veli (1914-1950): “Estoy escuchando a Estambul, con los ojos cerrados”.
(FIN)
EL PEQUEÑO PAÍS DE LA COSTA OCCIDENTAL AFRICANA, FUE MI DESTINO ESTE VERANO, Y ME ENCONTRÉ CON UNA NACIÓN VIBRANTE Y LLENA DE CONTRASTES. Visitar África no era mi prioridad, otros destinos suelen serme más tentadores y estar más relacionados con mis intereses de conocimiento. Pero sin proponérmelo, el 2025 ha devenido el año de la familia. Primero visité a los míos en Cuba, en abril. Un viaje amargo por las infaustas condiciones que se viven allá. Ni la alegría de compartir con mi anciana madre y demás miembros del clan que permanecen en la Isla, logró espantar la depresión feroz que me atacó y me hizo sentir interminables las dos semanas entre ellos. La oscuridad cubana es más espiritual que física. Ese es el gran éxito de la dictadura: hundir al país en una noche profunda e indescriptiblemente agobiante. Y parte de ello es la consciente división de las familias: nos echaron fuera. Los cubanos andamos dispersos por todos lados. Y a Gambia, el primer país africano que visito, me l...
Bello tío. 👏👏👏👏👏👏👏
ResponderEliminarGracias
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