La historia USA sobre mi mesa

Admiro la forma tan desenfadada con que los norteamericanos usan los símbolos y atributos del país, así como las sencillas maneras de difundir la historia.
Sobre la mesa de mi comedor tengo un juego de doilies que compré en una Family Dollar, con los 43 presidentes que precedieron a Barack Obama (este no aparece porque la edición de los tapetes es anterior a su llegada al poder).
Desde George Washington hasta George Walker Bush, con datos de interés como las fechas de nacimiento y muerte, el período en que gobernaron, el partido que representaron y el vicepresidente que los acompañó.
También incluye curiosidades o informaciones complementarias como que el Monumento de Washington, en la capital, consiste en un obelisco de mármol, de 169 metros de altura, levantado en honra al primer presidente de la nación.
Asimismo informa que la Casa Blanca es el hogar del presidente de turno, y su dirección es: 1600 Pennsylvania Avenue, Washington, DC; que el primer mandatario en aparecer en la televisión fue Frankiln D. Roosevelt, en 1939; y que el más alto de todos fue Abraham Lincoln, con 193 centímetros (76 pulgadas), mientras que James Madison el más bajo, con 162,5 centímetros (64 pulgadas).
Además describe que las 36 columnas del Memorial de Lincoln, representan los estados de la unión que existían en 1865, cuando murió el hombre que logró derrotar al sur esclavista y fusionarlo con el norte industrial. Allí se encuentra la famosa estatua que representa al presidente número 16 sentado en un amplio estrado.
Y, finalmente, que los bustos de Washington, Jefferson, Rooosevelt y Lincoln, en el Monte Rushmore, Dakota del Sur, fueron esculpidos por el artista Gutzon Borglum y 400 trabajadores a su servicio, entre 1927 y 1941, como homenaje a las primeros 150 años de la historia de los Estados Unidos.

Comentarios

  1. Carlos, recuerdo en la Universidad de Oriente al profesor Hebert Pérez, quien era una leyenda por el conocimiento sobre la historia USA, el impecable dominio del inglés y su manera de trasmitir sus vivencias y conocimientos sobre Estados Unidos. Cuando lo escuchábamos no sabíamos si tomar notar o no perder un minuto de su oratoria. Nos acercó a presidentes, su partido político, entorno de la época, como un relato. Interesante tu post.

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  2. Recuerdo perfectamente a Hebert Perez, fue de los mejores profesores que tuvimos en la universidad. Una vez lo vi en Bayamo, en un evento de historia de los que hacian (hacen) en la Casa de la Nacionalidad, lo salude muy emocionado, pero evidentemente no se acordaba de mi. Lo comprendi, somos muchos los que hemos pasado por sus clases, ya habia transcurrido algun tiempo desde nuestra graduacion y, aparte, ya sabes que nunca me destaque academicamente ni en nada, como para que el tipo dijese: "Oh, si, aquel que...". Y casi casi me ocurrio igual con Osmar Alvarez, el de Literatura Latinoamericana, a quien considero mi mejor profesor de la universidad, lo unico que este me parece si me recordaba un poco. Claro, jamas se emociono tanto como yo al encontrarnos en Bayamo, en mis tiempos finales alla. Gracias por leer el blog.

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