La primera parte de esta nota fue escrita hace 20 años, cuando trabajaba como reportero en el semanario La Demajagua, de la provincia de Granma, Cuba. Jamás pensé retomar el tema, aunque siempre lo he recordado. Sin embargo, recientemente un apreciado amigo de esa época y de hoy me hizo llegar una fotografía del recorte del periódico con el breve comentario, que desde entonces guarda celosamente en su Biblia. De modo que no se trata de un auto reconocimiento y mucho menos de un acto de vanidad, es una muestra de agradecimiento al doctor bayamés Yendi Arturo Rodríguez, quien continúa ejerciendo la medicina en Namibia, su país de acogida. Realmente fue una gratísima sorpresa saber que él atesora mi publicación por dos décadas dentro del Libro Sagrado, nada más y nada menos. Y me da por pensar que debe ser de los pocos rastros que sobreviven de mi labor periodística de más de 10 años en aquel medio. En una oportunidad, conversando con una especialista veterana de la Biblioteca 1868, ...
(PROVERBIOS 4:23)