Recientemente volví a ver la película ‘Munich’ (2005), de Steven Spielberg, con Eric Bana como protagonista. Y como suele ocurrir cuando disfrutamos por segunda o más veces un buen producto, ahora pude interiorizar de mejor forma el contenido de la realización, que en su momento levantó criterios encontrados y llegó a la 78th ceremonia de los Oscar con cinco nominaciones, aunque al final no obtuvo ninguna estatuilla. Escudado en la ficción, el famoso autor de tantos filmes memorables, narró uno de esos sucesos terribles que marcan el devenir de la historia contemporánea: la masacre hace exactamente 37 años de 11 miembros del equipo olímpico israelí en Munich-‘72, a manos del grupo terrorista palestino Septiembre Negro, y la posterior toma de venganza por parte del gobierno de Golda Meir. El inmenso dispositivo de seguridad desplegado en la villa olímpica alemana, no sirvió para detener la sed de sangre de los fedayines, que delante de los ojos del mundo quitaron la vida a los deportist...
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