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Mostrando entradas de julio, 2011

Ángeles desamparados: 10 años

Ha transcurrido una década desde la publicación de Ángeles desamparados (Ediciones Bayamo, 2001), la novela de mi amigo Rafael Vilches, en cuya gestación y nacimiento participé de manera activa. Eran los tiempos en que el Grupo Literario Espiral daba sus mejores frutos y se hacía notar en la provincia cubana de Granma y otros espacios literarios y culturales de la Isla. También fue la época en que surgieron las editoriales provinciales y los jóvenes escritores lograron burlar de cierta forma el ostracismo a que estaban condenados por las editoriales nacionales. No solo para su autor, asimismo para sus amigos y para los entusiastas de las novedades literarias, la salida de este libro devino transgresión del status quo de Bayamo, ciudad que en el siglo XIX se destacó por la mente universal de sus intelectuales, pero que hoy día es un santuario del conservadurismo. A todos nos pareció valiente por parte de Vilches, darle vida a personajes y situaciones tan similares a la realidad, que er...

El cine de mi infancia

Una conversación trivial con un amigo, despertó en mi memoria el recuerdo del cine de mi infancia: un viejo caserón de madera, puntal alto y techo de hojas de zinc, que por los años ’70 de la anterior centuria, cuando yo era un niño, pugnaba con sus últimas fuerzas para no irse al suelo, pero que debió tener su época de oro en las décadas de los 30 a los 50. Mi pueblo, cuyo nombre original es Charco Redondo -rebautizado en 1968, el año de mi nacimiento, como Minas Harlem-, fue escenario en la primera mitad del siglo XX de una próspera explotación de manganeso. Como suele ocurrir en tales casos, la floreciente extracción del mineral atrajo a las más variopintas especies. Además de los hombres que en busca de ocupación corrían desde las cuatro esquinas de la isla cubana, llegaron las abnegadas trabajadoras del sexo, los vendedores de artificios y diversos enseres, los cirqueros y un largo etcétera. Como símbolo de la abundancia proliferaron las fondas y bares, con sus juegos de billar y ...